Cuento: Un regreso muy especial.
Un regreso muy especial
Hoy Lula está un poco triste, hace unos días su hermanito se puso malito y mamá le tuvo que llevar al médico, ahora está en el hospital, va a tener que estar allí un tiempo porque se ha puesto un poquito malo de la garganta.
Papá, se ha quedado con Lula en casa, pero da igual, Lula esta muy triste porque echa mucho de menos a su hermanito y a su mamá. Casi no la ve, pero Lula sabe que mamá tiene que estar con su hermanito, para que no este solo.
La profesora, sabe que Lula esta un poquito triste, así que hoy ha llevado un cuento muy especial para contar en clase, les pide a todos que se sienten y que esperen en silencio y muy atentos.
Los niños guardan silencio ya que les gusta mucho lo que les cuenta siempre la profesora. Es más, la miran nerviosas, esperando que empiece pronto.
La profesora va hacia una ventana y vuelve con una maceta en la que había una flor. Pero tenía mala pinta, la flor se había puesto malita.
- Mirad niños, hoy no tengo cuento preparado pero vais a ver el por qué, a veces no hay que estar tristes porque hayan llevado a alguien de la familia al hospital. Os pondré el ejemplo de esta flor- siguió diciendo la profesora-como veis está muy malita, yo no sé lo que le pasa, no puedo cuidarla- Se dirigió a todos los niños.
- ¿Alguno de vosotros sabe lo que le pasa a la flor?-preguntó.
Los niños dijeron que no con la cabeza pero Lula, levantó una mano.
- Dime Lula-pidió la profesora.
- Mi padre siempre tiene plantas en casa pero a veces, se ponen enfermas y las tiene que llevar a un señor a que se las cure-dijo la niña.
- ¿Y luego vuelven las flores bien ya?-preguntó la profesora.
- Sí señorita, la flor vuelve bien y mi padre vuelve a estar feliz.
- Pues esto mismo pasa cuando nos llevan al hospital, cuando las mamás y los papás en casa no sabemos qué tienen los hijos, no pueden estar allí, porque se pondrían peor, así que se les lleva al hospital para que se curen.
En el hospital tienen medicinas, y gente que sabe cuidar a las personas que están enfermas, cuando están bien, entonces vuelven a casa.
En los hospitales hay más niños y tienen juguetes para que se sientan bien y estén entretenidos mientras se curan- Siguió diciendo la profe.
- ¿Mi hermano también se curará y volverá?-preguntó Lula.
- Claro que si, Lula, tu hermano volverá pronto. ¿Sabéis porque tenemos que ayudar siempre a las personas que se encuentran enfermitas?- preguntó la profesora.
- Porque así se sienten mejor- Dijo Lula.
- Claro, pero, no solo hay que cuidar a las personas que están malitas, siempre hay que cuidar de la familia, así que, hoy, vamos a hacer una ficha, para recordarnos, que no hay que estar tristes porque alguien se vaya al hospital o se ponga enfermito, porque luego se curará, y además, que hay que cuidar siempre de la familia.
Los niños empezaron a preparar sus papeles, lápices, colores, tijeras y cuanto se les ocurrió y tenían a mano, incluso Lula, que ya estaba más animada, mientras la profesora los miraba sonriendo.
Lula se llevó a su casa un precioso cuadro para regalárselo a su hermano cuando regresara.
Unos días después, el hermanito de Lula volvió a casa, y como aun no podía moverse mucho de la cama, Lula le ayudaba en todo lo que podía, le leía cuentos, le daba muchos besos, le llevaba vasos de agua y alguna que otra chuchería y el hermanito de Lula, con tanto cariño, se puso bueno del todo.
Recuerda: Hay que cuidar de la familia siempre, pero más, cuando están malitos. Jesús, también ayudaba a su familia y a sus amigos, siempre cuido de las personas enfermas, y así, les ayudaba a curarse.
Uhmm, qué buena es Lula :)
ResponderEliminarEnseñas buenos valores Tamara y eso me hace sentir más afortunado de haberte conocido.
Un abrazo.