Cuento: Pentecostés

PENTECOSTÉS

Pepe y Lula hoy están muy sorprendidos, en la clase de los amigos de Jesús la profesora les va a hablar de algo importante.

Al llegar a clase se dan cuenta de que tienen sobre sus mesas bolitas de colores rojas y naranjas… Están todos muy sorprendidos.
¿Qué será?
La profesora les pide que se sienten y que guarden mucha atención, deben estar todos muy atentos para el cuento que les va a contar hoy, porque habla de Jesús.
-    Ya ha pasado la Semana Santa- les dice la profesora- habéis estado de vacaciones y seguramente os habréis divertido mucho. Vosotros sabéis, que en Semana Santa, las personas que somos amigos de Jesús, recordamos que Jesús murió en una cruz porque nos quería mucho, pero no nos dejo solos, después de morir, Jesús volvió al mundo para explicarnos a todos que nos quiere mucho y que tenemos que portarnos siempre bien y no estar tristes.
-    Pero, portarse bien es muy difícil- dijo Lula.
-    Si, lo es- le dijo la profesora- por eso Jesús, cuando volvió a la tierra nos mando al Espíritu Santo, que nos ayuda y nos quiere para que siempre nos portemos bien.
-    Escuchar el cuento- dijo la profesora.
“Hace mucho, mucho tiempo, un hombre que era muy bueno, murió en una cruz, su nombre era Jesús, y todo el mundo le quería mucho.
Sus  papás y sus amigos, lloraron mucho por él, porque se había ido y ya nunca volverían a verle, pero un día, apareció en el cielo, como una llama de fuego, que se acercó a las personas que lloraban muy tristes porque Jesús se había marchado.
Y se oyó una voz que decía, “Aquí os dejo al Espíritu Santo, para que siempre os acompañe y cuide de vosotros”
Desde ese día, los amigos de Jesús y sus papás, no sintieron tristeza nunca más, porque sabían que Jesús les acompañaría siempre”.
-    Pero, no entiendo nada- dijo Pepe.
-    Es muy fácil- le explico la profesora- cuando tu te caes y te haces una herida, ¿Lloras?
-    Claro- dijo Pepe- lloro mucho si me hago daño.
-    Pero cuando mamá viene y nos da un abrazo- dijo Lula- toda la tristeza se nos pasa.
-    Muy bien Lula- la felicitó la profe- Eso hizo Jesús, nos mando un abrazo que nos dio mucho calor para que nos sintiéramos bien.
-    Ya lo entiendo- dijo Pepe- y por eso se parecía a una llama.
-    Claro- dijo la profe- ¿Cuántas veces habéis dado abrazos?
-    Muchas- contestó Lula.
-    Hoy, vamos a pintar una llama de fuego, para recordar que Jesús nos mandó un abrazo muy fuerte desde el cielo para que supiéramos que siempre esta con nosotros.

Coge las bolitas de papel de color rojo, naranja y amarillo y pégalas sobre la llama de fuego para recordar el abrazo que nos dio Jesús.

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