Cuento: Ayudo a mis amigos.
¡Ayudo a mis amigos!
Lula y Pepe, están muy contentos, ya llevan mucho tiempo en el colegio y han aprendido muchas cosas.
Ya saben pintar sin salirse del dibujo, también saben pegar gomets, estas calladitos en la silla, y escuchar a la profesora.
Han aprendido canciones, juegos y también poesías, pero lo que más le gusta a Lula, es el juego de compartir.
El juego consiste en lo siguiente, cuando un amigo necesita algo, otro amigo se lo presta, y recibe como premio una sonrisa.
Hoy, a la hora del recreo, Pepe se ha caído en el barro y se le ha manchado todo el bocadillo, como Lula es su amiga, ha compartido las galletas que llevaba con él para que no se sintiera triste.
- Toma un poco de mis galletas- le ha dicho Lula al verle llorar.
- Gracias Lula, eres la mejor amiga del mundo- La contestó Pepe.
Cuando han entrado en la clase de “Los amigos de Jesús”, Pepe se lo ha contado todo a la profesora, y ella, les ha contado un cuento sobre lo importante que es compartir.
“Había una vez una gallina, que tenía tres pollitos, la gallina siempre estaba haciendo cosas y no tenía tiempo para nada, así que le pidió ayuda a su amigo el León que pasaba por allí.
- Amigo León, ¿Me ayudas a llevar la compra a casa?
- No, no- le dijo el León- No tengo tiempo para ayudarte.
La gallina, muy cansada, se fue con los tres pollitos y la compra hasta su casa.
Al poco tiempo, estaba la gallina en el parque con los pollitos, cuando uno de los pequeños se hizo una herida, la gallina no llevaba agua para curarle, y le pidió ayuda a su amigo el gato.
- ¿Me das un poco de agua para curar a mi hijito?
- No, no- le dijo el gato- que se me gasta.
Unos días después, la gallina perdió un zapato, y le pidió ayuda para buscarlo a su amigo el perro:
- ¿Me ayudas a buscar mi zapato?
- No, no- le dijo el perro- Tengo muchas cosas que hacer.
La gallina estaba muy triste, ninguno de sus amigos la ayudaba nunca, y ella siempre ayudaba a los demás.
Un día, la gallina iba a cocinar un pastel, para dar una oportunidad a sus amigos, les dijo que si la ayudaban a cocinarlo, pero ninguno de ellos quiso ayudarla.
La gallina, amaso ella solita la masa del pastel, cortó la fruta, y lo adornó, después, lo sacó a la ventana para que se quedara frío.
El pastel olía tan bien, que el perro, el león y el gato que pasaban por allí se quedaron a olerlo, y pensaron que como la gallina era su amiga, ella les iba a dar un pedazo de pastel.
- Gallina, gallina- le dijo el perro- como eres tan buena amiga, ¿Nos darás un trozo de pastel?
- Seguro que tienes mucha prisa- le dijo la gallina- no puedes sentarte a descansar para comértelo con nosotros.
- Gallina, gallina- le dijo el león- como eres tan buena amiga, ¿Me darás un trozo de pastel?
- Seguro que tienes mucha prisa- le dijo la gallina- no puedes sentarte a descansar para comértelo con nosotros.
- Gallina, gallina- le dijo el gato- como eres tan buena amiga, ¿Me darás un trozo de pastel?
- Seguro que tienes mucha prisa- le dijo la gallina- no puedes sentarte a descansar para comértelo con nosotros.
-
Y la gallina, sentó a sus tres pollitos en la mesa, y les dio un trozo de pastel a cada uno, mientras el león, el perro y el gato miraban por la ventana sin poder comerse ni un trozo.
Cuando hubieron acabado de comer el pastel, la gallina se asomó por la ventana y les dijo:
- Cuando yo os pedí ayuda, no me la distéis, porque no teníais tiempo para ayudarme. Ahora que hice un pastel, si podéis parar a comerlo con nosotros.
- Sé que lo hicimos mal- le dijo el perro.
- Claro- le dijo la gallina- porque cuando un amigo te pide ayuda, tienes que ayudarle siempre.
El perro, el león y el gato, aprendieron la lección, un amigo tiene que ayudar siempre, no puede portarse mal y luego querer que le den premios.
Unos días después, la gallina, volvió a ver al perro, al gato y al león en el parque y les dijo que la acompañaran a su casa.
El perro, la ayudó a llevar la compra, el gato la encontró el zapato, y el león, dio agua a los pollitos.
Esta vez, la gallina agradecida, hizo un enorme pastel para todos.
El gato, el perro y el león, aprendieron la lección, los amigos se ayudan siempre.
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