Cuento: Me gustan las flores.
Me gustan las flores
Lula lleva toda la mañana muy rara, Pepe está preocupado, y es que, la profesora la ha regañado ya varias veces porque no deja de mirar por la ventana.
- Lula estate atenta- la dice la profesora- debes atender a lo que decimos, si no, no te harás mayor.
Pero Lula, sigue muy entretenida con la ventana, no hace caso.
Al salir al patio, Pepe sigue preocupado por su amiga y se acerca para tocarla la frente ¿Tendrá fiebre? Pero no, Lula esta fresquita, no tiene nada de fiebre.
- ¿Estás triste?- Le pregunta Pepe a Lula.
- No, estoy muy feliz, ¿Por qué?
- Llevas todo el día mirando por la ventana, allí hay cosas que están todos los días, nubes, árboles, animales corriendo y volando por el aire.
- No Pepe, no te has fijado. Hoy es un día especial, mira el campo, está mucho más bonito.
- Yo lo veo igual que siempre- la dice Pepe.
- No, no está igual, mira allí a lo lejos, hay colores, muchos colores.
- Pero, eso son las flores- le dice Pepe pensativo.
- No, no puede haber flores tan lejos- le dice Lula- las flores solo están en las macetas.
- No es así Lula- le dice Pepe- hay flores en muchos sitios, hay flores de las montañas, flores que están en el agua del mar, flores cerca de los ríos, flores en las macetas…
- Pero…- dice por fín Lula- Yo no sabía que existieran tantas flores.
- Si- le dice Pepe- y todas huelen fenomenal.
- Pues, a mí me gustan las flores- dice Lula sonriente- las de todos los colores.
- Si, y huelen fenomenal- la dice Pepe- menos mal que no estabas triste, estaba muy preocupado por ti.
- Solo estaba pensando, que hay mucha gente que no se da cuenta de la importancia que tienen las flores, y que cuando las arrancamos del suelo, o de los árboles, se ponen tristes porque las hacemos daño y lloran.
- Si- le dijo Pepe- la gente debería darse cuenta de que no se puede tratar mal a la naturaleza, porque si no, ella se pone triste, y no podemos ver algo tan bonito como es el campo lleno de colores.
- Yo quiero tener una flor para mi casa- le dijo Lula pensativa- pero, ¿Cómo puedo tener una flor sin arrancarla?
- Haremos algo genial- dijo Pepe teniendo una gran idea- vamos a colorear una flor de muchos colores.
Pepe y Lula regresaron a clase y le contaron a la profesora lo que habían pensado, la profesora les dio una flor muy bonita, para que la pintaran de muchos, muchos colores… Porque podemos tener flores en nuestra casa, sin necesidad de arrancarlas del suelo.
Delicioso cuento!!!!, la ayuda de los amigos, compartir preocupaciones, y encontrar soluciones juntos...y el respeto por la naturaleza !!! Precioso Tamara. Un saludo cariñoso de Begoña
ResponderEliminarBuen cuento Tamara, a menudo queremos tener las cosas arrancándolas de su lugar de origen y claro, no se sienten bien la mayorías de las veces y mueren. No nos importa, podemos ir por más, para disfrutar de su belleza cautiva efímera y al final, las cosas acaban desapareciendo y nos quedamos sin NADA.
ResponderEliminarUn abrazo.
Un cuento estupendo. Gracias. bss.
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