Cuento: Felices fiestas.

FELIZ NAVIDAD

Lula y Pepe están muy contentos, ya se acercan las fiestas de la navidad, y esperan impacientes la llegada de los Reyes Magos, además, hoy han encontrado una caja mágica en su clase, que esta llena de algo misterioso, la profesora, la ha abierto, y ha encontrado dentro un cuento muy especial.
-    Sentaros y escuchar- les dice a los niños- Un angelito nos ha dejado una sorpresa.
-    Claro- Dijo Pepe sentándose en la asamblea- ¿Qué querrá el angelito.
-    Escuchar atentos- Dijo la profesora- Os acordáis que os conté que Jesús nació en el portal de Belén, el día 25 de Diciembre, y los pastores, y la gente de ese pueblito fue a verle con regalos.
-    Claro- Dijo Lula.
-    Pues faltaba alguien muy importante, que no había llegado aún.
-    ¿Quién eran?- Le dijo Pepe.
-    Eran tres, y eran mágicos- les dijo la profesora.
-    Esos eran los Reyes Magos- dijo Lula.
-    Pues ahora vais a saber su historia, les dijo la profe, abrid bien los oídos.
“Cuando Jesús nació, tres reyes llegados de un lugar muy lejano, se enteraron de que había nacido el hijo de Dios, y quisieron llevarle unos regalos muy especiales. Los reyes hablaron entre ellos, y envolvieron sus regalos en unas cajitas muy bonitas, para que no se estropearan en el largo viaje hasta Belén.
Pero los reyes no sabían por donde tenían que ir, así que en lo alto del cielo, apareció una estrella, la estrella de la Navidad a la que llamaron, la estrella fugaz.
Esa estrella, brillaba mucho en el cielo, y tenía una misión, llevar a los Reyes Magos hasta el niño Jesús.
La estrella brilló y brilló en el cielo, y llevó a los Reyes Magos por un camino muy largo, y muy cansado. Los Reyes, iban montados en sus camellos, y llevaban en ellos los regalos para el niño Jesús.
El viaje, era muy largo y muy cansado, pero los Reyes, querían ver al niño. Así que aunque llovía, nevaba y hacía mucho frío, siguieron el camino que la estrella les indicaba.
Unos días después, llegaron a un portal, donde había un montón de pastores y gente que lloraba de alegría, sonreían y bailaban, porque había nacido un niño que les ayudaría y les amaría mucho.
Los reyes Magos, bajaron de sus altos camellos, y se acercaron al portal de Belén, a darle al niño Jesús, sus hermosos regalos.
El niño Jesús, estaba tumbadito en el pesebre, y arropado con unas mantitas estaba calentito y sonreía, su mamá, María, y su papá, José, estaban con él, y desde el cielo, Dios le miraba sonriente. Su hijo sería alguien muy importante.
Los Reyes, regalaron al niño, tres cosas, oro, incienso y mirra, para que fuera muy feliz.
Esa estrella fugaz, esta ahora en lo alto del cielo, esperando que llegue el día en que los Reyes Magos volverán a ir a la casa de todos los niños del mundo a dejar sus regalos.
La estrella les guía para que ningún niño del mundo se quede sin regalos.
Montado sobre la estrella esta el angelito que siempre nos cuida, y que nos vigila para que nos portemos bien, y que hará que la estrella fugaz no se olvide de venir a nuestras casas a traernos, no solo regalos, si no también amor y felicidad.”

Vamos a colorear, nuestra propia estrella, y vamos a ponerle al angelito que va montado en ella nuestra cara, para que la estrella se acuerde que debe traer a los Reyes Magos hasta nuestras casas.

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