Platón- El carro alado

El tema del alma lo trata Platón de manera dispersa en varios de sus diálogos, como todos sus temas fundamentales. En el diálogo Fedro, lo desarrolla a través de un mito: El del carro alado.
En este texto, distingue tres partes del alma- concupiscible, irascible y racional- que, en cierto modo, luchan entre sí y representan distintos aspectos de las actividades psicológicas del hombre, los apetitos, las pasiones y la razón.
El alma, es anterior al hombre. La unión entre el alma y el cuerpo es accidental, y solo por algún tiempo. La vida que lleve el hombre en este mundo, influirá en el destino posterior de su alma. Esta es inmortal y su atadura al cuerpo le impide vivir una vida feliz. Sufre encarnaciones sucesivas y solo dejará de reencarnarse cuando su contemplación del mundo de las ideas, de la verdadera realidad, la libere de la materia, equiparándola a los dioses.

Fragmentos de Fedro, donde Platón describe la naturaleza del alma y sus relaciones con el cuerpo:

- "... Su símil el de la conjunción de fuerzas que hay entre un tronco de alados corceles y un auriga... En el nuestro, esta en primer lugar el conductor que lleva las riendas de un tiro de dos caballos, y luego los caballos, entre los que tiene uno bello, bueno, y... otro de naturaleza y raza que es lo contrario que éste. De ahí que por necesidad sea difícil y adversa la conducción de nuestro carro...
... Toda alma, se cuida de un ser inanimado, y recorre todo el cielo... cada vez con una apariencia distinta... Pero aquella que ha perdido las alas es arrastrada hasta alcanzar algo sólido donde se instala, tomando un cuerpo terrenal que da la impresión de moverse a sí mismo, gracias a su virtud... definido como mortal".

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