Dédalo e Icaro
Dédalo fue un arquitecto que construyó un laberinto por
orden del rey Minos y fue encerrado en él junto a su hijo Ícaro.
Pero Dédalo, fabrico unas alas con plumas y cera y con ellas
pudieron escapar.
Dédalo, recomendó a Ícaro, que volara siempre a media altura,
pero este, deslumbrado por la belleza del firmamento, comenzó a cobrar altura
poco a poco, hasta que los rayos del sol ablandaron la cera y las plumas se
desprendieron.
Ícaro, cayó al mar y despareció.
Dédalo vio dos alas que flotaban pero no logró encontrar
nunca a su hijo.
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Hola profe, yo soy casi siempre un poco Ícaro y así me va.
ResponderEliminarAbrazotes