Cuento: Las estrellas del árbol de Navidad.
Las estrellas del árbol de Navidad
Vera y Marco han llegado hoy al colegio, los dos traen algo que contar muy interesante, y es que ayer, fueron de compras con sus papás, y vieron que habían colocado un portal de Belén en el colegio, así que los dos van corriendo a contárselo a la profesora.
- Había un portal- Dice Vera.
- Si, con un bebe- Dice Marco.
- Y también estaban José y María- Dice Vera.
- Y los pastores- dijo Marco.
- Tranquilos chicos- les dice la profesora- ahora os voy a explicar porque han puesto el portal de Belén.
Sentaros y escuchar, les dice la profesora, y ellos obedecen.
“En un pequeño portal, en la ciudad de Belén, nació un niño, al que su papá y su mamá, llamaron Jesús.
Un arbolito que vivía al lado del portal, oyó al bebe llorar y se alegró mucho de que el niño Jesús ya hubiera nacido.
Una noche, el arbolito estaba mirando las estrellas, sobre todo una que brillaba mucho en el cielo, y también, miraba a los pastores que iban al portal de Belén a llevarle regalos al niño Jesús.
El viejo arbolito se dio cuenta de que él no podía regalarle nada, y se puso muy triste.
Un angelito que iba a visitar al niño Jesús, se dio cuenta de que el arbolito estaba llorando y paró para hablar con él.
- ¿Qué te pasa, arbolito?- Le pregunto el angelito.
- Estoy muy triste- dijo el arbolito- Ha nacido el niño Jesús y no puedo darle un regalo muy bonito.
El angelito se puso a pensar y de repente, se le ocurrió una gran idea, iría a buscar al angelito más sabio y los dos juntos ayudarían al arbolito.
Después de un rato, los dos angelitos fueron a ver al arbolito.
- ¡Ya lo tengo!- dijo el angelito más sabio- podemos subir al cielo y cogeremos las estrellas que más brillan.
- Pero, yo no puedo volar- les dijo el arbolito.
- No importa- dijo el otro angelito- Nosotros te ayudaremos.
Los dos angelitos subieron al cielo y todas las estrellas empezaron a brillar con mucha fuerza.
- Tenemos que llevar las estrellas más bonitas, para que, cuando el niño Jesús las vea, sonría- dijo el angelito más sabio.
Poco a poco, los angelitos fueron bajando las estrellas al niño, y el arbolito se las iba poniendo en sus ramas, hasta que todas estuvieron llenas y brillantes.
El arbolito se puso muy contento, tenía una gran idea, cada vez que el niño Jesús, se pusiera triste, el arbolito movería las ramas, y así las estrellas brillarían.
Con toda la luz que le daban las estrellas, el arbolito, fue caminando, pasito a pasito, hasta la puerta del portal.
Cuando estuvo delante del niño, se inclinó y le sonrió mientras movía sus ramas.
Entonces los ojitos del niño Jesús, brillaron de felicidad al contemplar las luces de las estrellas que bailaban en las ramas del arbolito”.
Y por eso, actualmente, adornamos el árbol de Navidad en nuestras casas, para recordar que ese día, celebramos que el niño Jesús ha nacido.
Y tú, ¿Pones el Belén o el árbol de Navidad en tu casa?
Jo, yo este año no lo puse, se acaban las tradiciones, ni siquiera pongo ya el calcetín lleno de tomates la noche del 5 al 6 de enero para los Reyes Magos.
ResponderEliminarSaludos profe, bonito cuento.